En el corazón de la misión de la Iglesia Católica, la caridad emerge como una herramienta transformadora, capaz de restaurar la dignidad humana y promover el bien común. En este sentido, Cáritas, la Dimensión de la Pastoral Social, trabaja incansablemente para organizar y canalizar la solidaridad de los fieles en acciones concretas que beneficien a los más pobres, marginados y excluidos de nuestras comunidades parroquiales.
Aída Féres de Nader, representante de la Dimensión de Pastoral Cáritas, explica que el Quehacer principal de Cáritas es convertir la caridad en una expresión estructurada y evangelizadora. “Lo más importante es hacer la caridad de una forma organizada dentro de sus parroquias. Cada acción, desde la entrega de despensas hasta la implementación de comedores comunitarios, tiene como propósito reflejar el amor de Cristo hacia los más vulnerables”, enfatizó.
Las acciones de Cáritas se sostienen sobre cuatro pilares fundamentales:
Programas de Alimentos: “En 74 centros de reparto y un comedor comunitario, brindamos alimentos a personas de escasos recursos. Además, entregamos despensas a quienes enfrentan situaciones críticas”, detalló Féres de Nader.
Atención a Casos de Salud, Vivienda y Vestido: Este pilar se enfoca en apoyar a quienes viven en condiciones especiales y carecen de recursos básicos.
Capacitación: Para fomentar la autosuficiencia, Cáritas imparte cursos de oficios que elevan la autoestima y fortalecen los valores humanos.
Cáritas Parroquial: Aquí, equipos de voluntarios, guiados por su párroco, trabajan de manera comprometida en acciones de servicio que fomentan la comunión cristiana de bienes.
Cada parroquia puede estructurar su acción social a través de vocalías específicas como Salud, Comedores, Casos Especiales o Despensas. “Ayudamos a los párrocos a implementar proyectos según las necesidades locales. Por ejemplo, un dispensario médico en la Vocalía de Salud o un comedor comunitario en la Vocalía de Comedores”, señaló.
Féres de Nader subrayó que esta dimensión no solo es una respuesta a las necesidades materiales, sino un camino para el diálogo y la evangelización: “Cáritas es un puente entre la Iglesia y la sociedad, mostrando el rostro misericordioso de Dios a través del servicio”.
Con un llamado a todos los fieles, la representante invitó a ser parte activa de este movimiento caritativo. “Necesitamos manos bondadosas y corazones comprometidos. Juntos podemos transformar realidades y llevar esperanza a quienes más lo necesitan”, concluyó.
Cáritas, a través de su compromiso y organización, demuestra que la fe se traduce en obras, recordándonos que “la caridad no es solo dar, sino dar con amor”.
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