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Monseñor José Armando Álvarez Cano agradece a la Diócesis de Tampico: "Me llevo una impresión muy hermosa"

Foto del escritor: Jesús Priciliano Jiménez TapiaJesús Priciliano Jiménez Tapia
Monseñor José Armando Álvarez Cano. Arzobispo electo de la Arquidiócesis de Morelia.
Monseñor José Armando Álvarez Cano. Arzobispo electo de la Arquidiócesis de Morelia.

En una emotiva Celebración Eucarística con la comunidad diocesana, monseñor José Armando Álvarez Cano celebró su cumpleaños y su 13⁰ aniversario Episcopal, marcando así un momento significativo en su ministerio antes de su próxima misión en la Arquidiócesis de Morelia.


Después de cinco años y medio al frente de la Diócesis de Tampico, el obispo se alista para su llegada a la Catedral de Morelia el próximo 17 de marzo al mediodía.

“Yo creo que lo que me llevo de aquí, primero, es un agradecimiento muy grande con todas las personas. La gente es excelente, muy acogedora, muy comprometida, muchos de ellos también en la Iglesia”, expresó.

Durante su ministerio, la diócesis avanzó en proyectos clave, como la remodelación de la Catedral y la segunda etapa de la Casa Sacerdotal.


"La diócesis se queda también en marcha, trabajando en nuestro plan de pastoral", afirmó, asegurando que la labor evangelizadora continúa firme.
Monseñor José Armando Álvarez Cano.

El prelado reconoció los retos que enfrentó, especialmente la pandemia, que afectó el dinamismo de la comunidad.

“Nos vimos obstaculizados por la pandemia. Después tuvimos muchas áreas de oportunidad en volver a motivar a la gente y a los grupos”, señaló.

También mostró su preocupación por la crisis migratoria, destacando el papel de la Iglesia en el apoyo a quienes más lo necesitan.

"Pedimos a Dios sobre todo por el drama humano, más que por los aranceles. Hay muchas personas que han sido expulsadas y que están llenas de miedo", dijo.

Además, resaltó que en diversas parroquias, como María Auxiliadora y San Esteban, se han implementado comedores y distribución de despensas para los más vulnerables.


En cuanto a la transición episcopal, explicó que, tras su salida, el Papa nombrará un administrador temporal, y el nombramiento definitivo de un nuevo obispo podría tardar entre un año y un año y medio.


El encuentro de despedida estuvo lleno de muestras de cariño y gratitud de la comunidad. "Me encomiendo a sus oraciones", concluyó monseñor Álvarez Cano, dejando en Tampico un legado de servicio y entrega pastoral.

 

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