En el pasado mes de junio bajo las circunstancias aún latentes de la emergencia sanitaria del SARS-Cov-2, el Seminario de Tampico envió a los seminaristas a realizar misiones a cuatro zonas del decanato San José en Cd. Mante los cuales llevaban la encomienda de reanimar y reactivar la pastoral juvenil y vocacional en las comunidades parroquiales.
La respuesta de las comunidades juveniles fue sorprendente, dejando la vivencia clara de que los seminaristas lograban contagiar por su vocación una dosis de fe y de esperanza a los jóvenes; las actividades, las charlas, los encuentros fueron decisivos para forjar grupos donde la fe se volvía una experiencia de amor a Dios y a la Iglesia.
La siembra ha comenzado, el trabajo apenas inicia, los obreros son pocos y la mies es grande y exigente, oremos como comunidad eclesial para que el trabajo misionero de este mes rinda frutos auténticos de conversión y la Iglesia de Cristo poco a poco se vaya convirtiendo en ese lugar de encuentro con Dios por excelencia. ¡Es tiempo de volver!
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