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Del 18 al 24 de noviembre, a través de la organización de la Dimensión Diocesana para los laicos, la Diócesis de Tampico celebró la Semana del Laico, un evento significativo que buscó fortalecer el compromiso de los fieles en su papel como laicos en una Iglesia sinodal y misionera. Esta celebración, enmarcada bajo el lema “Hoy es el gran día”, destacó la importancia de la participación de los laicos, en la construcción de una comunidad más unida y evangelizadora, cerrando con la Solemnidad de Cristo Rey.
Cada día de la Semana del Laico estuvo dedicado a un tema clave, inspirado en el II Plan Diocesano de Pastoral:
Lunes: La familia y la religiosidad popular. Se alentó la oración en familia, reflexionando sobre tradiciones como las peregrinaciones y novenas, fortaleciendo los lazos de unidad y fe en el hogar. Martes: Adolescentes y jóvenes. Se promovió un “Día de Oración Virtual” que conectó a la comunidad a través de redes sociales, pidiendo por el bienestar y la orientación espiritual de los jóvenes. Miércoles: Formación de agentes de pastoral. Los laicos reflexionaron sobre la importancia de su preparación para ser discípulos fieles, inspirados por el ejemplo del Beato Anacleto González Flores, patrono de los laicos. Jueves: Vocaciones. Se realizaron oraciones y actividades en familia para fomentar la sensibilidad hacia las diversas vocaciones dentro de la Iglesia. Además, las parroquias dedicaron su Hora Santa semanal a pedir por el aumento de vocaciones al sacerdocio, la vida consagrada y el laicado comprometido. Viernes: La comunicación. Se resaltó el papel de la comunicación como herramienta para la evangelización y el fortalecimiento de los vínculos en la comunidad de fe. Sábado: La pastoral social. Los fieles se movilizaron en actos concretos de solidaridad, como colectas y gestos de acompañamiento a los más vulnerables. Finalmente, el domingo 24 de noviembre, se celebró el día del laico con la Solemnidad de Cristo Rey.
La Semana del Laico 2024 fue una jornada significativa que destacó la misión de los fieles como testigos del amor de Dios, inspirados en el ejemplo del Beato Anacleto González Flores. Este tiempo de oración y actividades permitió a los laicos renovar su compromiso de llevar a Cristo a todas las áreas de la vida cotidiana, bajo la protección de la Virgen de Guadalupe y guiados por el llamado a ser luz en el mundo. Se agradece a todos los laicos enlace, coordinadores de movimientos, y a los párrocos, por toda la motivación para llevar a cabo está acción clave.
¡Viva Cristo Rey!