COMO VIVIR LA VIRTUD DE LA ESPERANZA

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Mucha gente se pasa la vida en este mundo como si fuera nuestro lugar para siempre. En cambio, los primeros cristianos vivían con la expectación de que el Señor volvería de un momento a otro, como lo había anunciado: "El Hijo del Hombre vendrá el día menos pensado y a la hora más inesperada" (Lucas 32,40).

Pero esta venida se fue retrasando y por eso también se fue perdiendo la actitud de expectación.

Sin embargo, Jesús vendrá al final de los tiempos, como lo anunció y lo confesamos en el Credo: "Y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos y su reino no tendrá fin".

Este encuentro final lo tendremos cada uno en el momento de salir de este mundo.

Este momento no es para esperarlo con miedo, ya que vamos al encuentro de Alguien que nos ama.

La exhortación de Jesús es que debemos estar preparados para ser dignos de participar en su Reino glorioso.

¿Cómo estar preparados para este encuentro final con Jesús?

Cuatro actitudes nos pide el Señor:

1.Que el amor mueva siempre nuestro corazón en todo lo que hacemos y buscamos; nunca actuar con criterios egoístas. Al final de nuestra vida seremos juzgados por el amor (Mateo 25, 31-42)

2.Estar siempre vigilantes para no dejarnos engañar por las asechanzas del Enemigo.

3.Mantener siempre encendida la lámpara de la Palabra de Dios, para que ilumine toda nuestra vida. Que Jesús sea verdaderamente el Señor de nuestra vida.

4.Hacernos responsables de cumplir en este mundo la misión que Dios nos ha encomendado, según la situación de cada uno: "Florece dónde estás plantado".